¿Qué es una secadora de condensación?

La humedad constante de algunas zonas complica el secado de la ropa, obligando a adquirir una secadora. Entre los tres tipos existentes del electrodoméstico, las secadoras por condensación se presentan como buena opción, descubre las razones para comprar una.  

¿Cómo funciona una secadora de condensación?

El mecanismo de este tipo de secadora se basa en el uso de un condensador que enfría bruscamente el aire y lo convierte en agua líquida eliminando la humedad, esta, es enviada al desagüe a través de una bomba, o en su defecto, al depósito que incorpora el equipo para su posterior vaciado manual.

La diferencia respecto a las secadoras de evacuación obedece a su estructura de circuito cerrado, quedando eliminada la necesidad de renovar el aire con cada ciclo, haciéndolas más eficientes ya que demandan menos energía para calentar el aire.

Ventajas de las secadoras de condensación

El principal punto a favor del sistema de condensación en secadoras es que no requieren ninguna clase de instalación; los grandes y gruesos tubos de evacuación son cosa del pasado, bastando con una conexión a la toma eléctrica.

Asimismo, existen modelos que permiten la conexión al desagüe, prescindiendo del vaciado del depósito después de cada uso. El ahorro es otra ventaja significativa, si bien cuestan más que los modelos de evacuación, el consumo eléctrico se reduce a la mitad.

Economía en todos los sentidos

El factor decisivo para escoger este tipo de secadoras es la posibilidad de invertir en un electrodoméstico de clasificación energética A y el fondo verde, etiqueta que además incluye información adicional sobre sus características.

El ahorro no es solo en la facturación del servicio de luz, también en tintorería, ya que permiten el tratamiento de tejidos especiales –como la seda o lana– cuidando las prendas y alargando su vida útil.

Elimina olores y desinfecta

El vapor generado en las secadoras de condensación supera en temperatura al agua hirviendo, brindando una desinfección total de las prendas, ventaja especialmente agradecida por quienes se exponen a bacterias en el desempeño de sus trabajos, como es el caso de médicos, enfermeras o personal hospitalario.

Son igualmente eliminados los olores que quedan en la ropa debido al uso o tiempo, por lo que no hace falta un lavado previo para deshacerse de ellos, incluso los del cigarro u otros más molestos.

Menos arrugas

Los tiempos de planchado se reducen, –en algunos casos, quedan eliminados–con una secadora de condensación, siendo suficiente con secar las prendas unos 20 min para que el vapor caliente se encargue de hacerlas lucir fresca, revitalizada y libre de arrugas.

¿Qué tan difícil es mantener una secadora de condensación?

Aunque cada fabricante establece sus propios parámetros en lo que respecta a mantenimiento dentro del manual de uso, los cuidados básicos de una secadora de condensación son:

Limpieza del filtro

Antes de usar la secadora, conviene verificar que el filtro esté bien colocado, así como limpiarlo al final de cada ciclo, incluso si se trata de modelos que integran luz y/o alarma para indicar problemas. La correcta limpieza supone reducción en tiempos de secado –por ende, menos gasto de energía– y alargue de la vida útil.

Vaciar el depósito del agua

Al igual que la limpieza del filtro, el vaciado del depósito de agua debe hacerse después de cada uso para un óptimo secado; el proceso es tan sencillo como retirarlo y dejar caer el agua residual por el desagüe, de ahí que no hay necesidad de esperar a que encienda la luz o suene la alarma.

Limpiar el sensor de humedad

El sensor de humedad es pieza clave en el electrodoméstico –a fin de cuentas, detecta el contenido de humedad que queda en la ropa durante el secado– requiriendo limpieza continua para eliminar la acumulación de cal en su superficie, misma que por tendencia, compromete el buen funcionamiento.

Limpiar la entrada/salida del aire y el condensador

Al menos 3 o 4 veces al año, será necesario el uso de una aspiradora para eliminar la suciedad acumulada en las rejillas de ventilación delantera y trasera; comparte asiduidad de limpieza el condensador, solo que este será llevado bajo el chorro de agua del grifo y secado muy bien antes de devolver a la secadora.

Razones para comprar una secadora de condensación

Adicional a las razones que se derivan de las ventajas ya expuestas, adquirir secadoras de condensación supone olvidarnos de las tareas de tender y planchar. Por otra parte, son más económicas que las de bomba de calor y rinden prácticamente las mismas prestaciones.  

Los mejores modelos de las grandes marcas –por ejemplo Siemens o Bosch– combinan lo último en tecnología y excelentes condiciones de garantía, con un stock de productos ajustados a la medida de las necesidades.

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