La Ciudadela de la Carcasona, es un grupo de antiguas obras arquitectónicas medievales, rodeado por una muralla fortificada.
Si te apasiona viajar, visitar ciudades históricas, nutrir tus conocimientos y llenarte de la cultura de cada sitio donde vas, este es el lugar ideal para ti.
Además de enterarte exactamente dónde está la Ciudadela de Carcasona, es necesario que sepas ciertos detalles, que te serán de gran utilidad al momento de visitar este interesante lugar.
En primer término, comenzaremos por decir que la ciudad histórica fortificada de Carcasona, se encuentra al sur de Francia, en el cantón Chef-lieu, es la capital del departamento de Aude en la nueva región de Occitania –fusión de Midi-Pyrénées y Languedoc-Roussillon y para mayores señas, está en el mapa, entre Toulouse y Perpiñán.
La ciudad fortificada además destaca, por que está situada en los altos de una loma, a las riberas del v del río Aude, dominando la moderna ciudad que se encuentra a sus pies.
Indice
Que ver en la Ciudadela de Carcasona
Son muchos los sitios que debemos visitar en nuestro viaje a Carcasona, a saber:
- La ciudadela medieval, que estuvo en el olvido durante cientos de años, hasta que en el siglo XIX, el arquitecto Viollet-le-Duc se dedicó a restaurarla y volverla o lo que se supone, fue su estado original.
- La UNESCO, declaró dos de los monumentos pertenecientes al complejo medieval, como Patrimonio Mundial de la Humanidad, el Canal du Midi en 1996 y la Ciudad Medieval en 1997.
- Pasear por las lizas (callejón formado en el espacio entre las dos murallas, impresionante sitio de ejercicio para la guerra).
- Ver la imponente muralla, las torres y las cuatro puertas de la ciudadela, desde cerca, observando cada detalle y aprendiendo vivencialmente acerca de la historia.
- Visitar el Castillo Condal de Carcasona. Allí podrás hacer un recorrido pormenorizado, en los pasillos donde se encuentran verdaderas joyas artísticas de la pintura y la escultura dela época medieval.
- Visitar la Basílica de Saint-Nazaire. Una edificación que mezcla los estilos románico y gótico, que muestra elaborados vitrales, restauradas en el siglo XIX, con dibujos originales del siglo XIV.
- Observar el atardecer desde la ciudadela, es una experiencia que no puedes dejar de sentir y plasmar en tus recuerdos.
Que hacer en la ciudadela de Carcasona
En la carcasona, no todo es monumentos e historia medieval, el lugar también se presta para llenar tus pulmones de aire puro; practicar deportes como el golf o nadar en los balnearios; acampar al pié de la ciudadela; hacer largas caminatas; andar en bicicleta; jugar en los prados; en fin, todas las actividades al aire libre que se te antojen en un lugar paradisíaco y tranquilo.
Entre las actividades que puedes realizar, cuentas con una serie de lugares en los alrededores, a los cuales puedes ir en coche y hacer largos recorridos.
Mención aparte merece el paseo en helicóptero, que puedes contratar en la ciudad, con el cual tendrás una perspectiva completamente distinta de los castillos y monumentos, no sólo de la ciudadela de carcasona, sino de todos los alrededores. Estos sobrevuelos, se caracterizan porque cada piloto, tiene una manera particular de contar la historia durante el recorrido, que dura 35 minutos, llenos de hermosos paisajes.
Gastronomía en Carcasona
Lugares para comer los platos típicos de la región, podrás encontrar en toda la zona, pues, como en el resto del país, la gastronomía tiene un sitio preponderante en la vida de los lugareños y está compuesta por platos muy elaborados, delicados y con mucho sabor, que hacen honor a la fama de la comida mediterránea.
En Carcasona, sus habitantes se precian de poseer en sus ancestrales recetarios, grandes guisos y elaboradas preparaciones, que hacen las delicias del paladar, tanto de propios como de extraños.
El plato bandera de la cocina de Carcasona, es sin lugar a dudas, la cassoulet. Esta delicia local, es un guiso hipercalórico, preparado con alubias, pato confitado, panceta y chorizo o salchichas, que se sirve en cazuela de barro y caracteriza por la combinación de sabores y agradable olor, con el cual el viajero, queda prendado de este terruño.
Otros elementos culinarios son los estofados de carne, que se preparan desde la época medieval, como producto de la cacería y también los guisos de aves de corral o animales de granja.
En cuanto a los pescados, la sopa bouillabaise, es un manjar de gran renombre en toda Francia, pues se elabora a partir de productos frescos, obtenidos por lo general, el mismo día y acompañado con verduras orgánicas, cosechadas por los locales.
Otras recetas típicas, son los patés de hígado de pato y los caracoles del Languedoc, que pueden ser degustados por los visitantes, en los restaurantes del lugar.