Praga es una hermosa ciudad medieval que tuvo la fortuna de no verse relativamente afectada por la Segunda Guerra Mundial; lo que significa que la mayoría de la arquitectura original todavía está en su lugar y tal como estaba cuando se construyó por primera vez. Los visitantes disfrutarán paseando por las calles adoquinadas, tomando un paseo en barco por el río Vltava y explorando algunos de los muchos lugares de interés.
Gracias a su pasado comunista, la República Checa es conocida por su mal servicio debido a los bajos salarios y sin propinas. Todas las industrias de servicios en Praga son pagadas en consecuencia para permitir un estilo de vida decente.
Calcular las propinas en los restaurantes en Praga puede ser un poco complicado. El cargo por el servicio siempre está incluido, pero en algunos de los restaurantes más turísticos lo intentarán y agregarán cargos adicionales a su factura, como los cargos por servicio y cobertura. En los restaurantes más baratos es habitual redondear su factura a unas pocas Korunas (Corona checa) en una cantidad mucho menos costosa y en lugares más caros un diez por ciento de propina.
Las propinas son inusuales en los bares, pero si pasa toda la noche en un establecimiento o tiene servicio de mesa, puede redondear su factura o agregar de cinco a diez por ciento dependiendo de la calidad del servicio.
Los guías turísticos se les debe mostrar agradecimiento y dejar unas pocas Korunas a una cantidad más sustancial dependiendo de la duración y la calidad del servicio. Para vendedores callejeros, servicio de taxi y comida rápida, no se requiere propina.