Es importante conocer que la vesícula es un órgano pequeño, hundido parcialmente bajo el hígado y que está unido no solo al hígado, sino también al intestino delgado mediante un sistema de conductos biliares, y las variadas agrupaciones que entrelazan y participan en la producción y en el transporte de la bilis.
La bilis es un líquido cristalino de color amarillento que es segregado por el hígado y actúa en la digestión de los ácidos grasos del ser humano. A diario, una persona puede generar alrededor de 1 litro de esta sustancia.
La vesícula tiene como objetivo principal actuar como un almacenamiento de la bilis, sustancia ya mencionada, y bombardearla dentro del sistema del ser humano para la realización de una función óptima en cuanto a la actividad digestiva, proceso que te explicaremos a continuación.
La principal e importante función de la vesícula, consiste en alojar todo el líquido amarillento (bilis) que transborda el hígado de los vertebrados, para luego de haber ingerido alimentos, trasladar esa sustancia hacia los conductores biliares del intestino delgado y a su vez absorber las vitaminas y las grasas liposolubles para pasarlas al torrente sanguíneo.
La vesícula es parte significativa de este proceso, ya que es la que ayuda en la absorción de la bilis. En efecto, la grasa es imposible disolver en agua, pero es la vesícula la que ayuda a diluir las grasas que entran en el cuerpo y así se obtiene una excelente digestión y absorción de vitaminas.
En caso de recurrir a la eliminación de la vesícula, la bilis aún puede fluir en el intestino delgado, puesto que hay otros conductores por donde tambien transcurre; sólo que sin este órgano, el proceso digestivo se vuelve muy lento.
Por otra parte, se puede mencionar que el hígado es sin duda alguna el que cumple una función vital en el organismo humano, ya que se encarga de almacenar vitaminas, glucógeno, hierro, sintetiza enzimas, elimina de la sangre sustancias que son perjudiciales para el organismo y extermina células viejas y bacterias.
Este órgano es el que produce la sustancia llamada bilis, y en concreto, es el que se encarga de metabolizar los carbohidratos y los lípidos; elimina la insulina, cambia el amonio por urea y sirve como un depósito de vitaminas y de glucógeno. Para ello la importancia de cuidar tu alimentación y llevar un ritmo de vida saludable para que el hígado siga un funcionamiento óptimo.
Por consiguiente, otro factor importante en este proceso es el intestino delgado, siendo esta un órgano de vías digestivas que tiene como fin la absorción de nutrientes al organismo.
Al ingerir alimentos, automáticamente entran al intestino delgado el cual produce una hormona llamada colecistoquinina, esta es la causante de provocar una contracción de la vesícula biliar y así poder liberar la bilis hacia el intestino delgado.
Para finalizar, una vez que la bilis entra a intestino delgado, ésta tiene como reacción emulsionar las moléculas de grasa permitiendo así la absorción de las grasas y vitaminas para así pasar al torrente sanguíneo.