Dónde está Nara

Nara es una hermosa y tranquila ciudad que está muy cerca de Kioto, por lo que resulta magnífico poder visitarla durante tu estadía en Kioto.

Muchos no saben que Nara fue la capital del Japón Medieval, que en sus calle están algunos templos y ruinas que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad y que mundialmente esta ciudad es conocida por los ciervos silvestres de Nara, los cuales son uno de los principales espectáculos naturales que más se valoran al visitar Japón.

¿Estás preparado para conocer Nara? A continuación te contamos dónde está Nara y qué ver y hacer en esta atractiva ciudad.

 

Dónde se encuentra Nara en Japón

Nara se encuentra al sur de la isla Honshu, la principal isla del archipiélago japonés, en lo que se ha llamado la región de Kansai. Su nombre significa algo así como ‘lugar llano’ en japonés, aunque algunos han afirmado que Nara proviene de un vocablo coreano que hace alusión a ‘nación’.

Sea como sea, Nara es una ciudad hermosa y tranquila, de poca población, que está compuesta por templos, santuarios y ruinas en medio de grandes extensiones de vegetación, donde el máximo espectáculo es completado por los famosos ciervos de Nara, los cuales se pasean de manera libre y silvestre por esa tierras verdes que guardan la esencia de una Nara medieval, de gran riqueza histórica y que se está dando paso a la modernidad, pero sin que esta opaque el espíritu sintoísta que domina en la ciudad.

Como mínimo, necesitarás pasar un día en Nara; si no tienes mucho tiempo, te recomendamos tomar un día para ir hasta ella desde Kioto, lo cual no te llevará sino unos pocos minutos a bordo de un tren bala, ya que sólo hay 42 km de distancia ente Nara y Kioto.  Pasa allí medio día, y luego ya puedes seguir hasta Osaka para que también conozcas esta fabulosa ciudad.

Qué ver y hacer en Nara

Parque Nara

El parque Nara es quizás el lugar más emblemático de la ciudad; en él, está el popular templo Todaiji, un templo infaltable en tu itinerario en Nara. En el templo Tadiji, se halla la Puerta Nadai-mon y la estatua del Gran Buda.

El santuario Kasuga – Taisha (el santuario sintoísta de los farolillos de bronce) es otro lugar de interés dentro de las inmediaciones del parque Nara, al igual que los jardines Isuien, unos tradicionales jardines donde puedes descansar un rato y entrar un poco en modo zen.

Otro edificio que es muy llamativo, y al que puedes acceder en este parque, es el templo de madera más viejo del mundo, conocido como templo Horyuji.

Museo de artesanía o Nara Kogeikun

Nara es un lugar perfecto para comprar artesanía y artículos tradicionales japoneses, por lo que te resultará encantador conocer el Museo de Artesanía y luego salir a comprar algunos souvenirs de este tipo en sus calles.

Museo Nacional de Nara

Este museo está dentro del Parque Nara y es un museo de arte que cuenta la historia del arte budista en Japón. Encontrarás estatuas, objetos, pinturas y muchos otros implementos del budismo en forma de exhibición. Debes saber que este museo no abre los lunes y el resto de días cierra a las 5 de la tarde.

Palacio Heijo

El palacio Heijo, o mejor dichos sus restos, fue el palacio imperial de Japón, tan importante como el actual Palacio Imperial de Tokio. Aún se conservan sus ruinas, así que no dejes de visitarlo.

Templo Kofuku-ji

El Kofuku-ji es considerado Patrimonio de la Humanidad; este templo data del año 669 y consta de 5 espectaculares pisos. Se dice que fue trasladado, tal cual como es, desde Kioto hacia Nara.Naramachi

Naramachi

Es una zona donde las callejuelas tradicionales y los callejones antiguos tienen un aspecto al mejor estilo ninja. Es el lugar perfecto para caminar tranquilamente, comer, beber y comprar artesanías o souvenirs. Un souvenir muy común en Nara es el migawari-zaru (un mono colgante que es parte de la decoración tradicional de la ciudad)

 

Vistas espectaculares de la ciudad

Si deseas tener las mejores vistas de Nara, acércate hasta el templo Nigatsu-do, el cual forma parte del Todaiji.

También, puedes hacerlo desde el monte Wakakusa, monte famoso porque en él se realiza un festival donde se le prende fuego a hierba seca.

Si tu viaje a Nara coincide con la primavera, época en la que florecen los cerezos, entonces sube al monte Yoshino, para que disfrutes de este colorido espectáculo, único en Japón.

Come y bebe en Nara

En Nara hay buenas opciones de restaurantes, cafeterías y casas de té, por lo que es genial que tengas un rico desayuno en esta ciudad o degustes un platillo tradicional en el almuerzo.

Algunos platos comunes en Nara son: Narazuke, sushi kakinoha, somen, chagayu (una especie de arroz en té verde, típico plato de los monjes budistas antiguos) y azuka nave (una sopa cremosa con alguna proteína, como cerdo, mariscos o pollo)

 

Los ciervos de Nara

Los ciervos de Nara son una de las principales razones por las que los turistas quieren conocer esta ciudad; puedes hallarlos en el Parque de Nara, donde son alimentados por turistas y locales.

Los ciervos forman parte de la esencia de Nara y ellos adornan el paisaje por donde quiera que se encuentran; además, los ciervos sika (o shika, en japonés) son considerados sagrados, pues hay una leyenda japonesa que relata un episodio en el que un dios recorrió la ciudad montado en un ciervo blanco.

Debido a esta historia, en Nara, durante mucho tiempo, castigaban con la muerte a todo aquel que matar un ciervo. Desde el año 1957, los ciervos sika fueron considerados parte del patrimonio natural de Japón, al mismo nivel que los perros Akita, el perro nacional nipón.

Visita el parque Nara y pasa un tiempo agradable con estos adorables ciervos; eso sí, aunque parezcan dulces y divertidos, recuerda que viven en semi-libertad, por lo que podrían tener comportamientos salvajes. Muestra respeto por ellos y disfrútalos al máximo.

Consejos

– Alimenta a los ciervos con prudencia.

– Si notas que el ciervo se quiere alejar, déjalo tranquilo y no lo acoses, pues él necesita su espacio.

– Venden galletas especiales para alimentarlos, las cuales cuestan unos 150 yenes, así que no les des otras cosas extrañas.

. – Toma muchas, muchas fotos con ellos.

– Si no compras galletas, puedes darles hojas que hay en el piso del parque.

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