Dónde está Portofino

Portofino es una comuna italiana que se encuentra a sólo 36 km de Génova, al noroeste del país; se halla en la bahía de Portofino y pertenece al territorio del Parque Natural Regional de Portofino.

Portofino goza de un ambiente pesquero muy interesante, donde la comida de mar se mezcla con los típicos sabores italianos y mediterráneos para formar recetas deliciosas que no hallarás en otras ciudades de Italia; la artesanía y las fiestas de regatas tienen gran importancia en esta ciudad costera, por lo que querrás tiempo para pasearte por sus calles y ver el atardecer, con fabulosas vistas hacia el Golfo de Tigullio, y luego terminar la noche de fiesta, en un ambiente nocturno auténtico y muy animado.

Dónde está Portofino

Portofino es una pequeña ciudad, considerada más un pueblo pesquero en la riviera italiana; específicamente está  situada en una bahía al pie del promontorio, conocida como Bahía de Portofino, a sólo 36 km de la ciudad de Génova,  Italia,y yace sobre un escarpado promontorio rocoso que penetra en el mar de Liguria desde la costa, durante varios kilómetros. Por su cercanía con Génova, Portofino es un destino estupendo para quienes andan vacacionando por la costa italiana de Liguria.

Límites de Portofino

  • Norte: limita con Santa Margherita Ligure
  • Sur: limita con el Golfo de Génova y el mar Mediterráneo
  • Este: limita con el Golfo de Génoca y el mar Mediterráneo
  • Oeste: limita con el Golfo de Génova y el mar Mediterráneo

Cómo llegar a Portofino

Para llegar a Portofino existen vuelos directos con la línea Air Nostrum entre las ciudades de Madrid y de Génova, a menos de una hora de ese lugar. Desde allí se puede tomar el tren a Santa Margherita Ligure y tomar un taxi, autobús o incluso un barco, hasta el pueblo. Los embotellamientos pueden ser enormes en verano, así que esta sería casi la única opción.

Qué ver en Portofino

Donde está Portofino

Lo primero que nos llega a sorprender es lo acogedor que es el paisaje del puerto. A su alrededor hay un conjunto de coloridas casas con sus típicas persianas que forman un marco perfecto para sentirse protagonista

El tamaño de Portofino le hace ser un pueblo donde se siente el calor humano; siempre hay una increíble sensación de relajación, mientras se disfruta de un paisaje inmejorable, con aguas tranquilas del abrigado puerto, donde no queda más que estar tranquilo y disfrutar del entorno y todo el ambiente marítimo que nos rodea.  Sí, hay que dejarse enamorar por la brisa de la ciudad, por el olor de sus aguas y por lo hermoso y sencillo de sus edificaciones.

A pesar del largo desarrollo turístico de tantos años, Portofino ha llegado prácticamente intacto hasta hoy, sin que las especulaciones y los errores hayan dejado huella. Y es que esto llega a sorprender a nuestros ojos que por lo general somos un turista muy acostumbrado a los excesos y al desarrollo.

Se pueden ver algunas redes de pesca, así como múltiples barcos y algunas lanchas que comparten escenario con grandes yates de magnates, de millonarios y de celebridades que también anclan aquí.

Sin embargo, para recorrer la ciudad hay que ir a pie y  pasear por sus calles para poder descubrir algunos rincones que no carecen de buganvillas, de palmeras u hojas mediterráneas. Conocerás toda la ciudad en un abrir y cerrar de ojos.

Podrás luego continuar por un camino ascendente donde se llega a la ermita de San Jorge, patrón de Génova y su república. En un lado está el Castillo de Brown (siglo XVI), y en el otro lado el faro de Portofino . En menos de 20 minutos llegará al final del promontorio.

Aquí es donde los barcos giran hacia la entrada del puerto, donde se puede ver un hermoso paisaje del Golfo de Tigullio, y en días claros se puede ver La Spezia.

De regreso al puerto tomamos el barco para visitar la Abadía de San Fruttuoso y bañarnos en las aguas cristalinas de la pequeña bahía (ver fotos). Al atardecer, el barco nos lleva de vuelta a Rapallo y asi poder disfrutar nuevamente de la maravillosa vista desde el mar.

Portofino: un lugar para recordar

Unos cinco kilómetros son los que separan Portofino de Santa Margherita Ligure y que pueden ser recorridos por una carretera que discurre cerca del mar de principio a fin. Hay secciones donde se pueden ver increíbles villas, así como otros rincones de la costa natural donde el común denominador son los pinos y mucha agua cristalina, por lo que querrás sumergirte en ellas y tener un baño de así sea 5 minutos.

Nuestro consejo: Si es un día caluroso de verano, lo mejor es dar un paseo por la tarde, porque de esta manera encontrarás sombra la mayor parte del tiempo, o al atardecer, y aprovecharás los últimos rayos de sol que iluminan las montañas de fondo.

No dejes de interesarte sobre la técnica local para los encajes, llamada encajes de bolillos, pues es algo único de Portofino; las artesanías que venden en sus calles son magníficas para un souvenir, así que aprovecha de encontrar buenos precios. En cuanto a la comida, como en Génova, el pesto suele estar presente en la mayoría de las comidas, así que prueba la famosa lasaña de Portofino, una delicia local que te dejará agua la boca, y sí, lleva pesto.

También, al atardecer los locales suelen ir a la piazzeta para beber un vino y comer algún aperitivo, así que no dudes en acompañarlos para tener una experiencia típica de la gente de esta pesquera ciudad.

Ten en cuenta que la riviera italiana incluye muchos otros pueblos hermosos, como Cinque Terre, cinco maravillosos pueblos bañados por el mar de Liguria que puedes conocer a sólo 30 km de Portofino.

 

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