Al viajar a Santiago de Compostela es normal quedarse enamorado de toda la magia y la historia que se respira en las calles, pazos y construcciones de estilo medieval que representan piezas importantes del estilo gótico mezclado con el arte barroco y el romanticismo que caracterizó el siglo XIX a la Europa más occidental.
Sin embargo, para muchos no basta con visitar Santiago de Compostela y pasar unos días disfrutando de todo el arte y la historia que da vida a esta ciudad gallega, sino que entra un sentimiento de aventura que persuade a querer atreverse a más, bien sea por fines espirituales y religiosos, o por simplemente tener una magnífica experiencia desde su lugar de origen hasta esta patrimonial ciudad.
Y es por ello que el Camino de Santiago, una popular y antigua ruta que puede realizarse desde distintas ciudades de España, Portugal, Francia y desde otros sitios de Europa, se convierte en todo un desafío que muchos intenta superar.
Si eres uno de esos que desean atreverse a realizar esta prometedora ruta, entonces en este post te ayudaremos a conocer todo lo que necesitas para planificar un viaje perfecto haciendo el Camino de Santiago.
Indice
¿Qué es el Camino de Santiago?
El Camino de Santiago tiene unos orígenes muy antiguos, al punto en que se considera la ruta más antigua del continente europeo. Ésta, nace debido a que en el año 813 se cree que fue descubierta la tumba del Apóstol Santiago, uno de los grandes apóstoles bíblicos, en el Monte del Libredón.
Tal hazaña, marcó un escenario religioso que alcanzaría su auge luego de iniciarse la construcción de la famosa Catedral de Santiago de Compostela, en honor al Apóstol Santiago.
El Camino de Santiago se ha convertido en una de las peregrinaciones más grandes del mundo, considerándose al mismo nivel, incluso, de El Vaticano y Jerusalén. Cada año, la cifra de peregrinos va en aumento, y se sabe que en el año 2017 hubo un poco más de 301 mil personas quienes realizaron este recorrido desde distintos puntos de salida.
El Camino de Santiago fue una ruta muy importante a partir del siglo IX, sobre todo para el reinado de la Península Ibérica. Desde entonces, muchos andan por ella en busca de tener un encuentro más espiritual al recorrer sus sendas hasta lograr el cometido de llegar al kilómetro cero, en la famosa Plaza del Obradoiro, lugar en el que convergen todos los caminos.
¿Qué hago para recorrer el Camino de Santiago?
El Camino de Santiago debe ser planificado, así que lo primero que hay que hacer para recorrerlo es, obviamente, planificarte, informarte sobre qué es y cómo está estructurada la ruta y cuándo es la mejor fecha para realizarla, entre otros aspectos.
Una de las cuestiones que debes entender es que el Camino de Santiago no es precisamente un único camino ni es una ruta que el Apóstol Santiago creó o hizo, sino se trata de una serie de caminos que puedes recorrer en bici, a pie o a caballo desde algunas ciudades europeas. Dependiendo desde dónde inicies la ruta, va a variar el tiempo que te lleva llegar hasta Santiago de Compostela y también cambia la intensidad de la ruta.
Otro aspecto importante a considerar es el motivo de tu peregrinación; a ver, para ser más claros, al hablar de peregrinación muchos entienden que es un sacrifico recorrer éste camino y, aunque en tiempos más antiguos esto era cierto, pues la ruta era realizada más que todo por personas mayores que andaban en busca del ‘perdón de sus pecados‘, hoy día la ruta resulta atractiva para muchos jóvenes por motivos turísticos, aventureros, deportivos y meditativos, no sólo por el factor religioso, se atreven a escoger uno de los varios caminos existentes.
¿Qué Camino elijo?
Como ya hemos dicho, existen varias rutas y cada una de ellas es diferente; elegir el camino más adecuado dependerá de tu ubicación. Muchas personas escogen el Camino Francés, por lo que éste es uno de los más populares, pero en total se dice que hay hasta unos 22 caminos distintos para llegar a Santiago de Compostela. A continuación, te explicamos cuáles son las rutas más importantes:
- Camino Francés: este camino inicia en la frontera de España con Francia, desde Saint Jean Pied de Port, en Francia, pasando por Pamplona, Puente La reina, Logroño, Burgos, León y Arzúa, las ciudades principales. Es el camino más recorrido cada año. Tiene una longitud de 774 kilómetros, por lo que se necesitan unos 30 días para culminarlo, si se recorren una media de 23 a 25 km por día. Algunos no hacen todo el trayecto sino lo inician en algunas de las ciudades mencionadas; otros, optan por combinar distintas formas de recorrerlos en cada tramo, como por ejemplo, una parte en bicicleta, otra a pie y, donde sea posible, en coche, o a caballo. Es un camino que se escoge porque hay muchos monumentos, tales como catedrales y monasterios.
- Camino Primitivo: es la ruta comprendida entre Oviedo y Santiago de Compostela; es la ruta más corta, con 319 km de trayecto y es escogida por quienes desean una experiencia más natural, pues es el paisaje el principal protagonista que se halla en toda la ruta. Algunas de las ciudades principales por donde se anda en esta ruta son Tineo, Grandas, A Fonsagrada, Lugo y Palas de Reis. Algunos poblados de interés son Salas, Grandas de Salime y Lugo.
- Camino Portugués: es la ruta desde Oporto, en Portugal, entrando a España por Tui. Son unos 116 km de recorrido y la ruta portuguesa cuenta con otras variantes, dependiendo del lugar de salida en Portugal hasta llegar a la región de Galicia. Este trayecto puede clasificarse en 6 etapas, desde Tui hasta O Porriño, desde O Porriño a Redondela, desde Redondela a Pontevedra, desde Pontevedra a Caldas de Reis, desde Caldas de Reis a Padrón y desde Padrón hasta Santiago de Compostela. Esta ruta se elige ya que presenta un gran abanico de posibilidades en cuanto a patrimonio natural, cultural e histórico. Algunas catedrales, parques nacionales, jardines, pozas, islas y marismas se encuentran en esta ruta.
- Camino del Norte: esta ruta también es conocida como Camino de La Costa, pues sigue el trazado del litoral de la Costa Cantábrica. El trayecto inicia en Irún, en el País Vasco, frontera con Francia, hasta llegar a Arzúa, en la región gallega; hasta Arzúa, la ruta tiene 784 km, y en total hasta Santiago de Compostela hay 876 km. En el trayecto se encuentran algunas playas, islas, parques naturales, cuevas, yacimientos arqueológicos, catedrales, castillos y monasterios, razones por las que muchas personas se deciden por este trayecto.
- Camino Inglés: esta ruta lleva su nombre debido a que era el trayecto hecho por quienes procedían de donde está Inglaterra; tiene dos variantes, partiendo desde Ferrol o desde A Coruña. Los ingleses llegaban en barco a las costas del Norte Peninsular y hasta los puertos de alguna de éstas dos ciudades. Si se inicia la ruta desde Ferrol, se pasa por Pontedeume, Miño, Betanzos, Abegondo y Ordes; hasta llegar a Santiago son unos 110 km. Si se realiza desde A Coruña, se pasa por Culleredo, Cambre, Carral y Ordes; hasta llegar a Santiago con un recorrido de 101 km. El patrimonio natural, artístico, arqueológico y paisajístico es la principal razón para hacer esta ruta.
¿Cuándo realizar el Camino de Santiago?
Los meses de julio y agosto suelen ser los más escogidos por lo peregrinos, sobre todo por quienes hacen el Camino Francés, lo que implica muchos inconvenientes, pues los albergues se saturan y no dan abasto para atender a todos, así que, ¿dónde hospedarse?. ¡Toda una complicación!
En verano, cuando hay más personas partiendo desde los distintos caminos hacia Santiago de Compostela, podría ser una buena fecha si quieres lidiar con cientos y cientos de personas recorriendo el trayecto igual que tú, si te gusta la masificación y las temperaturas calientes que suelen rondear para esa temporada.
Pero si deseas planificar con más atención y cuidado, entonces deberás saber que la mejor fecha para realizar el recorrido es entre mayo y junio, en plena primavera.
Durante el otoño o el invierno hay que lidiar con el mal tiempo, pues el frío, las lluvias repentinas, y muchas veces hasta la nieve, son adversarios difíciles de vencer. Sin embargo, algunas personas más experimentadas se atreven a hacer la ruta durante estas épocas para evitar tanta concentración de personas.
Otra de las cosas que debes considerar es que puedes caminar toda la ruta, ir en bici, a caballo o, como en el caso de algunos, hacerla en silla de ruedas.
Si deseas optar por la famosa Compostela, la cual te acredita como un peregrino y es una especie de certificado que avala que tú has hecho el Camino de Santiago, debes haber recorrido por lo menos 100 km a pie para que te la den, o 200 en bici.
Dependiendo desde donde partas, podrías tomarte el viaje con calma y hacerlo en varias semanas, pero si no cuentas con tanto tiempo, existe la posibilidad de lograr la peregrinación en unos 5 días o en una semana completa; claro, para ello se deben considerar varios factores.
¿Cómo me preparo para el Camino?
La preparación que exige este tipo de caminata es un poco estricta, aunque nada del otro mundo o que en realidad no sepamos, sólo que muchas personas ignoran tal preparación y se aventuran a hacer el Camino de Santiago a la ligera.
Lo primero es ser conscientes y responsables con nuestro cuerpo; no se trata simplemente de caminar y caminar o de andar de ‘turistas‘ admirando los paisajes, sino de tener una ruta satisfactoria donde nuestro cuerpo no se vea comprometido o donde tengamos que abandonar el objetivo a medio camino por habernos obligado más de la cuenta.
Cada quien conoce su cuerpo; cada quien sabe si le gusta hacer ejercicios, si es capaz de resistir una caminata de varios kilómetros o si ya tiene experiencia en trekking. Esto es fundamental, la sinceridad, para empezar una preparación adecuada.
Si sólo haces ejercicios con regularidad, debes empezar unos dos meses antes de partir al recorrido a hacer ejercicios y caminatas con más frecuencia para ver cómo responde tu cuerpo y para evaluar si tus rodillas están sanas, si tus tendones no sufren tensiones y si tus pies aguantan trayectos largos. Esto te ayudará a saber cómo planificar las etapas del Camino de Santiago.
Si nunca haces ejercicios, eso no significa que no puedas hacer el recorrido; debes empezar, poco a poco, a caminar y tener jornadas de estiramiento y de ejercicios cardio para que tu cuerpo vaya asimilando esta nueva rutina y se adapte. Te ayudará empezar a hacer ejercicios unos dos meses antes de la ruta y puedes, además, ir aumentando el nivel de esfuerzo e intensidad en ellos para que observes cómo evoluciona tu cuerpo.
Otra cosa primordial es que te acostumbres a hidratarte diariamente; tomar unos dos litros de agua diario te ayudará a tener mejores condiciones para lograr la ruta de Santiago.
Prepara tu mente para que esté consciente de que deberás caminar un promedio de 25 km diario, pasando por terrenos diversos, unos más planos, otros más abruptos, en fin, que mentalmente tengas la disposición de poder lograr la meta.
La alimentación es otro aspecto de mucha importancia; unas semanas antes, procura comer sano. Alimentos como frutas y vegetales, y proteínas sin mucha grasa, te ayudarán a estar más fuerte, con mayor energía y que no te haga falta tener comidas copiosas durante el trayecto.
En cada parada, opta por hidratarte y comer sólo lo que te aporte energía y que no sea muy pesado para el cuerpo, porque podrías pagarlo caro. Es mejor que comas varias veces al día, a que te tengas una súper comida dos o tres veces, como normalmente lo haces en casa.
El estiramiento previo y posterior a cada caminata o etapa es indispensable para evitar tendinitis, cuidar tus tobillos, rodillas, articulaciones y caderas, y así evitar dolores musculares y esguinces. No fuerces tu cuerpo obligándole a recorrer kilómetros de más.
Una buena preparación semanas antes de partir, evitar cargar mucho peso en la espalda (sólo lleva lo necesario), calzado cómodo y resistente y ropa adecuada, abundante hidratación, comida sana y ligera y una rutina de estiramiento serán las variables que no deben faltar para que inicies y culmines el Camino de Santiago de forma exitosa.
¿Cuánto dinero me gasto?
Esta es otra de las preguntas más controversiales, pues su respuesta depende mucho del estilo de viaje de cada quien, aunque, claro, no vas a encontrar, en medio del camino, lujosos hoteles o restaurantes de estrella Michelín, pero sí hay una gran variedad de oferta en alojamiento y comida que puede ser muy interesante. Además, encontrarás muchas ciudades y pueblos que merecen ser conocidos, lo que puede aumentar un poco tu gasto diario.
Siempre se habla de que el Camino de Santiago se recorre de dos maneras principales: una muy sencilla, como un propio peregrino, y otra un poco más como turista, para ir de paseo, y que incluye aumentar los gastos.
Para recorrer el trayecto, desde cualquiera de sus puntos, se estima un gasto promedio diario de entre 25 y 40 euros; si te hospedas en los albergues para peregrinos que funcionan sólo con una pequeña contribución de cada huésped, puedes pagar entre 3 y 5€, dependiendo de tu generosidad; otros albergues privados podrían costarte unos 10€.
En cuanto a la comida, se estima que un desayuno ronde los 3€, una comida de 10 -12 € y las cenas entre 6 – 8€. El resto del dinero diario se distribuye en algún gasto extra, bien sea en el propio camino o en algún pueblito o ciudad que desees entrar. Algunos días vas a gastar menos de lo que se estimó como presupuesto por día, pero ese ahorro te servirá para darte uno que otro gustico más adelante.
Si deseas aminorar gastos, puedes optar por cocinar una que otra comida en los albergues; algunas personas hacen esto, sobre todo para las cenas. Recuerda llevar agua, algunas frutas y barras que te aporten energía y te sirvan de merienda entre comida y comida, siempre que no sumen mucho peso a tu equipaje, pues unos gramos de más pueden suponer un gran problema mientras vas avanzando en tu ruta.
Además de estos gastos principales, debes tener algún dinero extra por si necesitas reemplazar el calzado, pues nunca se sabe si te encuentres situaciones adversas; si llevas bicicleta, puede que necesites comprar algún repuesto o pieza o que tu bici tenga que ser revisada, lo que te genera otro gasto.
Como último, debes planificar bien cómo llegas, desde tu casa, al lugar donde inicies la ruta, y cómo regresarás desde Santiago de Compostela a tu residencia; sea por carro, tren, avión o autobús. Ese presupuesto debe sumarse al dinero diario que apartes para la ruta.
¿Qué llevo para el Camino?
¡Hora de hacer la maleta! ¿Qué meter? ¿Qué no debo meter? La mayoría de nosotros somos expertos metiendo y metiendo cosas en las maletas que, muchas veces, ni utilizamos en los viajes. Siempre es difícil tomar la decisión de qué objetos son imprescindibles a la hora de un viaje y que, en definitiva, ‘no entra en el equipaje.
Debes considerar que este viaje no es precisamente uno de esos viajes donde preocupa mucho tener el cabello siempre listo, usar perfume o meter varios pares de zapatos y trajes; tampoco dispones de una gran maleta a la que puedes obligar a que entre hasta tu plancha de cabello. ¡No! Este viaje es algo así como de un mochilero que sólo opta por lo indispensable. Así que deja de inventar, pues después tu espalda te pasará factura.
Lo primero a seleccionar el el calzado; como vas a caminar muchos kilómetros diarios debes contar con unos zapatos cómodos (de tu talla), que sean perfectos para trekking; también puedes llevar unas zapatillas, pero lo mejor es optar por los de trekking. Ya hasta existen modelos más ligeros, aptos para el verano, por si crees que éste tipo de zapato es muy pesado.
No lleves zapatos nuevos, para evitar incomodidades o que te salgan ampollas que te dificulten y hagan más cuesta arriba el camino. Eso de que ‘mas vale malo por conocido que bueno por conocer‘ aplica en cuanto al calzado, pues es preferible que lleves unos antiguos que ya conozcas a que vayas a la tienda de fachoso a comprarte unos nuevos, exclusivos para hacer el Camino de Santiago y esta gracia te resulte una morisqueta.
Luego, escoge las prendas de vestir de acuerdo al clima o a la estación que has escogido para tu ruta; en invierno, debes meter pantalones, preferiblemente que te abriguen y otros que sean impermeables, así como guantes, un gorro, bufanda y un suéter que te proteja del frío. Incluye una capa de lluvia y un saco de dormir.
En verano, no necesitarás muchas capas, sino unas tres camisetas, frescas, de algodón o especiales para este tipo de actividades, un mono y un pantalón (si es desmontable, mejor), algunos shorts deportivos, un sombrero para protegerte del sol, tres pares de calcetines y tres conjuntos de ropa interior. También es bueno meter algo para dormir que no te ocupe mucho espacio en el morral.
Además de la ropa y el calzado, necesitarás artículos básicos de limpieza, tales como cepillo y crema dental, desodorante, champú, jabón de baño y protector solar, pues aunque a veces no creas que hay suficiente sol como para quemarte, sí lo hay, y ese tipo de sol (que no es muy fuerte) es peor cuando se está expuesto durante días y muchas horas seguidas, como ocurre en este tipo de casos.
Algunos sugieren incluir vaselina en el equipaje, para dar masajes en los pies todos los días y ayudarles a que estén más descansados después de tanta caminata. Una funda para almohada es necesaria, pues en los albergues, sobre todo en los públicos, no te ofrecerán una de ésta.
También necesitarás detergente para que laves la ropa cada noche, y así puedas volver a usarla luego. Mete un envase para agua, que puedas recargar.
Papel sanitario, una toalla, chanclas y algunos medicamentos básicos (como aspirinas, bandas adhesivas, desinflamatorio, repelente, etc.) podrían ser artículos útiles, siempre que no abuses y metas de más.
Recuerda que todo esto debe ser cargado (sí, por ti mismo) y de nada sirve que lleves un peso que no puedes cargar. La mochila debe ser práctica, que cuente con diversos compartimientos donde se pueda organizar cada cosa y que no supere el 10% de tu peso corporal.
No olvides meter tu SmartPhone para que saques muchas, muchas fotos y grabes momentos que pueden ser irrepetibles, o alguna cámara digital que sea de fácil transporte, revisa que lleves tu DNI o pasaporte, una tarjeta de crédito y efectivo.
Como artículos extras, puedes considerar llevar bastones para trekking, una esterilla, una linterna y una navaja.
Es muy importante que, además de todo esto, si viajas en bicicleta cuentes con parches por si se te pincha algún caucho, un juego pequeño de herramientas, una bomba de aire, casco, gafas de sol y ropa adecuada para andar en bici (maillot, culotte, chubasquero).
¿Solo o en grupo?
Puedes ir solo o en grupo, es indistinto, pues cada Camino de Santiago es seguro, está bien señalizado y, de seguro, al pasar la primera etapa, ya habrás encontrado compañeros de ruta, pues hay peregrinos en el recorrido durante todo el año.
Si deseas ir en grupo, invita a tus amigos o familia, o si no contacta por las redes sociales grupos que existen para hacer este tipo de rutas; allí puedes planificar tu viaje con otras personas que, como tú, andan en busca de peregrinos.
Una recomendación que no puedes dejar pasar por alto es que siempre tienes que estar atento a las flechas amarillas, las cuales te indicarán el camino correcto y así evitarás perderte. No inventes mucho; mantén tu curiosidad a raya por si deseas internarte en bosques o laberintos desconocidos, y si vas en época de invierno sé precavido con aquellos lugares donde hay nieve para evitar accidentes.
¿Dónde duermo?
La ventana de posibilidades que hay en el Camino de Santiago es muy variada; lo más básico y sencillo es dormir en algún albergue público, los cuales funcionan sólo por caridad de sus dueños y se mantienen gracias a la colaboración que cada peregrino deja. Normalmente, la cifra ronda entre 3 y 5 euros por persona.
En este tipo de hospedaje sólo tendrás lo necesario: un techo y una cama, así que no esperes más. Pueden tener cocina para que prepares alimentos y te ahorres algo de dinero, pero debes dejar todo bien limpio y tratar de apegarte a las normas del albergue.
En estos hospedajes debes compartir habitación con muchas otras personas, desconocidas por supuesto, así como el baño, por lo que si deseas descansar un poco más y tener algo de privacidad extra, entonces opta por un albergue, hostal o pensión privada.
En el caso de los hospedajes privados, éstos pueden costar hasta unos 15 euros por noche; algunos tienen habitaciones para varias personas, para familias o para parejas; una de las ventajas de éstos lugares es que, la mayoría, dispone de secadora y lavadora para que laves tu ropa. Otros tienen hasta piscina.
Si te gusta algo más lujoso, como lasa casas de alquiler o los hoteles, entonces prepárate para pagar entre 30 y 50€ por una habitación doble; pero como dijimos, hay para todos los gustos.
¿Cómo planifico las etapas?
Es normal que se hable de que hay que recorrer unos 20 o 25 km diarios para realizar el Camino de Santiago, pero eso no es obligatorio; cada quien puede y debe ir al ritmo que su cuerpo le permita. Deja a un lado los apuros y disfruta el recorrido, conociendo los pueblos y ciudades que te encuentres en el camino.
Si vas al recorrido con niños, debes tratar de recortar las etapas. Para planificarlas, existen varios sitios web, uno de ellos oficial de la Ciudad de Santiago de Compostela, donde puedes colocar tu ruta de inicio y allí te sugieren cómo distribuir cada etapa y cuántos kilómetros debes recorrer.
Además de ello, tienes la posibilidad de mezclar la forma en que realizas la ruta, pudiendo ir a pie varios kilómetros, luego en bici o a caballo. Dependiendo de los días que dispones para la ruta, podrás decidir qué cantidad de kilómetros diarios vas a andar.
¿Puedo llevar animales de compañía?
No es muy común hacer el Camino con animales de compañía, pero es algo que queda a tu criterio. Sin embargo, considera que los animales ‘no son burros de carga‘, es decir, ellos también se cansan y pueden enfermarse, por lo que necesitan contar con los cuidados y la hidratación necesarias.
En los albergues no se permiten animales, así que tendrás que dejarlo que duerma afuera. Sólo se permiten a los perros que fungen como guía. Tal vez lo más adecuado es no llevar animales, para evitar inconvenientes con ellos o causarles molestias y hasta hacer que se enfermen.
¿Es seguro hacer el Camino de Santiago?
El Camino de Santiago es una ruta segura, bien informada y que puede hacerse sin temores; si caminas por la carretera, hazlo utilizando el carril izquierdo, respetando la vía cuando van varias personas o grupos grandes y utilizando linternas u objetos luminosos durante la noche para ser percibidos, entonces todo marchará de maravilla.
A quienes recorren el camino en bici se les recuerda utilizar siempre el casco y andar cerca del arcén para evitar arrollamientos.
¿Hay chinches?
Sí, desde hace algunos años es conocido que se hallan chinches durante todo el Camino de Santiago, por lo que debes tener mucho cuidado con tu higiene personal, con la ropa que ingresas a los albergues u hospedajes y en los lugares que duermes. Revisa la cama antes de dormir para que te cerciores de que no están estos invasores por allí.
Cuando culmines la ruta y regreses a casa, lava muy bien la ropa, por separado, y date un buen baño para que no lleves invitados no deseados a tu hogar.
¿Qué hago en Camino?
Seguir las instrucciones que te venimos dando para que tengas un recorrido satisfactorio. Sigue siempre las flechas amarillas y las conchas amarillas que hay en la ruta, pues son la señalización estándar y oficial del Camino de Santiago.
Sé un buen peregrino y no dejes basura ni desechos en el camino; toma mucha agua, come adecuadamente y échate una pasada por los poblados que estén en tu ruta, para que conozcas más lugares y le saques más provecho a la peregrinación.
¿Hay transporte de mochilas o taxis?
Sí, hay transporte de mochilas y taxis, aunque obviamente no en todos los trayectos, pero estos servicios cada vez se han hecho más populares. Algunos pueden ser reservados por internet y otros los consiguen en la ruta. Un transporte de mochila podría costar hasta 7 euros. Algunos hospedajes te ofrecen también el transporte de mochilas.
Puede que estas empresas también cuenten con servicio de bici, transporte o reparación de éstas.
¿Hay descuentos en transporte?
Aunque son pocos, algunos hospedajes ofrecen descuentos al llegar a Santiago de Compostela después de haber hecho la ruta, así como también algunas aerolíneas tienen descuentos en vuelos desde ciertas ciudades para llegar hasta el lugar donde se inicie el Camino de Santiago, por ejemplo desde Francia o Portugal.
Existen nuevas compañías de tours que te planifican las etapas y te regalan paquetes o descuentos especiales en determinados trayectos de tu ruta; todo es cuestión de planificar.
¿Cómo me cuido?
Debes asegurarte de que tus pies no tengan ampollas al culminar cada etapa; además, no fuerces tu cuerpo para que recorra más kilómetros de los que puede, no cargues peso extra en tu mochila, consume mucha agua y date un masaje en los pies cada noche al llegar a tu lugar de hospedaje.
¿Cómo vuelvo a casa?
Una vez que has alcanzado el famoso kilómetro cero, en la Plaza del Obradoiro, puedes decidir volver a casa en avión, coche, autobús o tren. Para que obtengas más información te invitamos a leer nuestro post Dónde está Santiago de Compostela, pues allí hallarás información útil acerca de estas formas de salir de la ciudad.