Aunque parezcan similares, el consumo de energía de los televisores plasma difiere bastante del que generan los equipos LCD o LED, haciendo imperioso conocer a ciencia cierta su eficiencia energética si queremos darle un buen uso.
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La verdad que esconden los televisores de pantallas de plasma
A simple vista, los televisores de pantalla plasma, LCD y LED no se diferencian demasiado, sin embargo, la razón por la que el precio de los primeros suele ser inferior al resto tiene una explicación simple: su consumo energético es mucho más elevado.
De hecho, existen normativas que regulan el consumo máximo permitido a fin de que no superen los estándares previstos.
En efecto, esta clase de equipo reviste una serie de ventajas más allá de un coste más asequible, por ejemplo, mejor ángulo de visión, pero no podemos dejar de considerar que un televisor de pantalla plasma puede consumir hasta cuatro veces más que uno LCD.
¿Cuál es el consumo que gastan los televisores de plasma?
Para la Unión Europea, la eficiencia energética representa una prioridad; sus normativas especifican el consumo doméstico recomendado para cada aparato electrónico así como la incorporación de una etiqueta en la que se muestre su calificación energética a fin de incrementarse el juicio al momento de comprar.
Entre los parámetros que la OCU analiza continuamente respecto a los modelos de televisores que llegan al mercado no solo figura el consumo energético de los equipos en funcionamiento, sino también el modo stand by, aspecto que aunque desvalorado, debe influir en la decisión.
La diferencia energética se evidencia claramente incluso en modelos equivalentes tanto en tamaño como en tecnología; sin embargo para hacernos una idea más o menos clara del consumo que revisten los televisores de pantalla plasma, los comparamos con similares pero de tecnología LCD de igual marca:
- LG pantalla plasma de 32″ consume 183 vatios en funcionamiento y 0,8 vatios en stand by frente a los 99 y 1,1 vatios que reviste uno con tecnología LCD de igual dimensión.
- Panasonic pantalla plasma de 37″ consume 249 vatios en funcionamiento y 0,5 vatios en stand by frente a los 173 y 0,3 vatios que reviste uno con tecnología LCD de igual dimensión.
- Sony pantalla plasma de 42″ consume 270 vatios en funcionamiento y 0,8 vatios en stand by frente a los 180 y 0,7 vatios que reviste uno con tecnología LCD de igual dimensión.
Claro, el consumo final no se limita únicamente al que muestra la etiqueta de eficiencia energética, hace peso en la cantidad final la discriminación horaria y el tiempo por el que se prolongue encendido el equipo.
Asimismo, si está o no desconectado cuando está apagado y la cantidad de televisores que dispongamos en casa. De acuerdo a ello, será crucial crear entre los integrantes del hogar buenos hábitos de consumo empezando por apagar y desenchufar los equipos en desuso.
De esta forma estaremos contribuyendo no solo a reducir el importe mensual del servicio eléctrico, sino a hacer un uso consciente de la energía no renovable.