La vesícula es un órgano que mide entre 5 y 7 cm de longitud, está ubicado en el área del aparato digestivo, justamente debajo del hígado y tiene conexión con el duodeno. La función de la vesícula es almacenar bilis, un líquido de color amarillo verdoso secretado por el hígado durante algunos procesos químicos.
Es un órgano de suma importancia para contribuir con el proceso de solubilidad del colesterol, las grasas y para mejorar el proceso de absorción de vitaminas. Eliminar la vesícula biliar no afectará en gran manera al paciente, sin embargo esto implicará el enlentecimiento del proceso de digestión, es decir, hará que éste sea más pesado.
El apéndice en cambio, se encuentra conectado al intestino grueso, está ubicado en la parte inferior derecha del área abdominal, tiene una longitud de 8 centímetros y un diámetro que mide entre 4 y 8 milímetros. Su función es contribuir en el proceso de producción de anticuerpos.
Aprende a diferenciar entre la apendicitis y las patologías de la vesícula
Los problemas ocasionados por la vesícula biliar son bastante comunes, es el sitio donde se asientan los cálculos de sales biliares, pequeños obstáculos que contribuyen en la obstrucción de la vía biliar, generando enfermedades inflamatorias, a veces es posible eliminarlas con medicamentos, sin embargo muchas veces deben practicarse cirugías.
La inflamación de la vesícula biliar es conocida en el mundo de la medicina como colecistitis (aparece debido a la existencia de cálculos en el interior del órgano), en cambio, a los cálculos formados por cristales de colesterol en la vía biliar se les llama colelitiasis, las vías biliares no sólo corren el riesgo de obstruirse, también son propensas a la aparición de tumores.
Los cálculos biliares se forman por alteraciones metabólicas y químicas, en los diferentes elementos que componen la sustancia llamada bilis. Esto se debe a que está formada por agua, ácidos grasos y colesterol, cuando son alteradas las proporciones de estos elementos la bilis se torna más espesa de lo normal y tienden a formarse cálculos, desequilibrios que fundamentalmente tienen que ver con causas genéticas.
En cambio, la apendicitis es la inflamación del apéndice y se caracteriza por el dolor que aparece en el área del abdomen, es una molestia que comienza con baja intensidad, cercana al ombligo y luego puede desplazarse hacia la parte baja del abdomen, específicamente en el lado derecho.
El hecho de ignorar estos dolores abdominales, cuando se trata de una apendicitis es bastante grave, pues se corre el riesgo de que el apéndice estalle derramando el contenido intestinal, que contiene algunas sustancias tóxicas que pueden ser sumamente dañinas para la salud, esto podría llegar a provocar una enfermedad conocida como peritonitis, arriesgando la vida del paciente.
La inflamación del apéndice sucede debido a que éste contiene secreciones mucosas que recubren todo el intestino, cuando el órgano se obstruye la secreción no se desecha y comienza el proceso de inflamación. Generalmente la presión se debe a la presencia de materia fecal.