Michael Robinson es uno de los comentaristas deportivos y presentadores más queridos de la televisión en España; aunque nació en Inglaterra y llevó la camisa de la Selección de Fútbol de Irlanda (pues su madre era irlandesa), ha pasado la mitad de su vida viviendo en España, y se ha confesado fan de la cultura española, al punto en el que se ha adaptado muy bien al estilo español, y se ha establecido por muchos años en Madrid. Muchos lo conocen como ‘el inglés más español de la liga’. Aquí repasamos un poco sobre la llegada de Robinson a España y te contamos dónde vive.
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Michael Robinson llega a España hace 30 años
Michael Robinson empezó a jugar fútbol desde que era muy joven; con sólo 16 años consiguió una oportunidad en la tercera división inglesa, donde pudo abrirse paso como futbolista profesional y fichar para varios equipos de la Premier League, aunque se consolidó como delantero y se hizo famoso cuando jugó para el Liverpool, ganando con este equipo tres títulos en esa temporada, un récord que el Liverpool no ha podido volver a conseguir.
El caso es que esta época dorada selló la carrera de este querido comentarista deportivo que ya tiene 30 años en España, donde decidió quedarse a vivir una vez que se retiró como jugador de fútbol en el año 1989, después de haber jugado dos años para el Osasuna.
Durante su paso por el Osasuna vivió en Pamplona y consiguió el amor de la fanaticada, quienes aún lo valoran y recuerdan, pero no le fue fácil, pues Robinson era el típico futbolista inglés, con un estilo diferente al estilo que se practicaba en el campo del Osasuna. Lo cierto es que este delantero, con un juego muy movido y aéreo, logró dejar una gran huella en la liga española gracias a su fichaje con el local de Pamplona, y también cuando se convirtió en narrador deportivo tras anunciar que dejaba el fútbol gracias a una lesión. Así, en el año 1989, Michael Robinson regresó a Inglaterra y vendió su casa en Windsor, y junto con su esposa Christine y sus dos hijos, regresó a España donde se quedaría por el resto de su vida y empezaría una gran carrera en el mundo de la radio y la televisión. Ya tiene 31 años viviendo en tierra española.
Residenciado en Madrid
Michael Robinson estuvo viviendo en Pamplona, ciudad sede del Osasuna, durante las dos temporadas en las que estuvo fichado para ese equipo, por lo que esta ciudad sería uno de los principales lugares para que estuviera en contacto con los españoles y su cultura. Él mismo ha afirmado en varias entrevistas que fue bien recibido en la ciudad y que se sintió muy cómodo a su llegada, pero para nadie es un secreto que este exfutbolista y comentarista siempre ha derrochado un gran amor por la ciudad andaluza de Cádiz, una ciudad a la que describe como llena de amor y cariño; allí aprendió muchas frases del castellano, ha disfrutado del equipo de fútbol y se ha enamorado de cómo su gente afronta el diario vivir, aunque ha sido Madrid el destino elegido para residenciarse junto con su familia.
Robinson se residenció en Madrid cuando inició su carrera como comentarista y desde entonces no ha dejado la capital española, aunque compró una casa junto al mar, en Málaga, para tomarse un descanso puesto a que le diagnosticaron un cáncer.
Este comentarista inglés nunca ha negado que su corazón sigue siendo del Liverpool, su equipo del alma, aunque muchas veces ha afirmado que para él el Barcelona es el mejor equipo español y que le encanta oír el himno del Sevilla; dentro de sus pasiones, está el cine, las series televisas, el rugby y los programas de humor inglés.
El ex jugador de fútbol, de no haber tenido una carrera en el mundo deportivo, hubiese sido un gran escritor de programas y productor televisivo. De hecho, prestó su voz para una de las películas de Shrek, pues es gran amigo de Phil Collins,
Su acento inglés rápidamente caló en los programas de fútbol, junto con un gran sentido del humor y mucho carisma, haciéndole un miembro más de la comunidad madrileña donde consiguió un espacio para crecer y establecer su familia.
Aunque sus hijos nacieron en Inglaterra, tienen la herencia de más de dos décadas disfrutando de las bondades madrileñas junto a su padre, el cual tenía mucha expectativa al dejar el fútbol inglés en busca de un lugar que en verdad le hiciera feliz, más allá del dinero y de los contratos de trabajo. Pues no se equivocó Michael, ya que en España conseguiría ese destino que tanto anhelaba, para crecer más allá del fútbol, probar cosas nuevas y seguir disfrutando de sus pasiones. ¡Enhorabuena por Robinson!