¿Qué le permite al padre de familia saber qué acciones hacen sus hijos en redes sociales?

Lejos de lo que muchos padres asumen en la actualidad, el riesgo de las redes sociales no está en su uso sino en la falta de acompañamiento y orientación. La pregunta es ¿En qué punto tomar acciones pasa de proteger a los hijos a violación de privacidad?

Control Parental: ¿opción para establecer límites o forma de espiar a los hijos?

Actualmente, podemos afirmar que cerca del 54% de los padres de usuarios de Internet hacen uso de controles parentales o métodos alternos que bloqueen, filtren o controlen la actividad de sus hijos en la red.

En torno al 30%, los controles parentales son empleados para restringir el uso de redes sociales ya que consideran el entorno como no seguro para sus hijos. Sin embargo, la solución al problema no es precisamente esta, pues ellos –especialmente adolescentes–  consiguen formas alternativas de acceder.

De acuerdo a esto, es necesario que los padres entiendan que el peligro no está en utilizar las redes sociales, sino que lo hagan sin la debida orientación y acompañamiento, representando la única opción viable para protegerlos en los momentos donde no existe un control directo.

¿Qué le permite al padre de familia saber qué acciones hacen sus hijos en redes sociales?

¿Qué riesgos presentan las redes sociales para nuestros hijos?

Internet es a día de hoy, una de las más grandes fuentes de información y canal de comunicación en escala mundial; sin embargo, este alcance y poder reviste igualmente en riesgos para nuestros hijos, mismos que van desde los vinculados al contenido que puedan encontrar, hasta el ciberacoso.

Particularmente en las redes sociales, los niños y adolescentes se exponen a:

  • Contenido pornográfico, violento, ilegal o inapropiado para menores
  • Abuso sexual infantil
  • Facilitación de información o datos personales de toda la familia
  • Publicaciones que promueven las autolesiones
  • Pérdida de privacidad
  • Modalidades de robo, chantaje y acoso sexual tales como grooming, ciberacoso, sextorsión y sexting

Ante semejante panorama, la principal acción de los padres es prohibir el uso de redes sociales, lo que posiblemente conseguirán en casa; otros apuestan por dejarles ser parte de ellas, pero recurren a métodos de espionaje como medida para protegerlos.

Indistintamente del caso, la pregunta es ¿qué sucede cuando los hijos están fuera de su alcance? La respuesta a esa pregunta está en la orientación y el establecimiento de un vínculo de confianza.

¿Cómo protegernos sin convertirnos en enemigos?

Cada padre de familia debe en primera instancia considerar las edades de aproximación a las redes sociales de sus hijos, orientándose en el proceso a través de conversaciones que les permitan desarrollar su autonomía digital, esto implica que sean capaces de distinguir contenidos veraces.

Los especialistas en el tema aseguran lo contraproducente de espiar el celular y las redes de los hijos, pues fomenta en ellos la necesidad de ocultar las cosas destruyendo la confianza y dejándolos desprotegidos.

Aunque revisar sin autorización las redes sociales de los hijos se considera una medida para garantizar su seguridad y no una violación a su intimidad, esta opción se recomienda solo en casos de emergencia, ya que normalmente conlleva a que creen perfiles alternos.

Enseñar a diferenciar lo que pueden y lo que no deben mostrar o compartir

La clave para un buen uso de las redes sociales es que nuestros hijos entiendan los riesgos a los que se exponen; no se trata de fomentar un psicoterror sino de que tengan claro lo que pueden o no mostrar y distinguir lo que es la vida privada de lo que no lo es.

Consejos para padres acerca del buen uso de las redes sociales e Internet

Como adultos entendemos las consecuencias de un mal uso de las redes sociales y el Internet en general, obligándonos a tomar acciones que nos permitan proteger a nuestros hijos ya que son los más vulnerables a sufrirlas.

En este sentido, exponemos ahora algunos consejos clave que nos permiten como padres mantenerlos a salvo:

  • Establecer una comunicación abierta con nuestros hijos: ya lo dijimos, los niños y adolescentes deben sentir que estamos para ayudar, aconsejar y resolver sus inquietudes, esto hará que se sientan cómodos de contarnos cualquier problema que tengan ante el uso de las redes sociales.
  • Evitar su prohibición: está comprobado, privar del acceso a las redes sociales resulta más contradictorio que permitir su uso. Si en lugar de prohibir, educamos, evitaremos que nuestros hijos las utilicen a escondidas.
  • Establecer normas de uso: de acuerdo a la edad, tendremos que delimitar el tipo de redes sociales a las que pueden apuntarse, el horario, contenido y tiempo de uso.
  • Supervisar sus acciones: no se trata de espirales, sino de mostrar interés por lo que hacen y conocer sus contactos. Una buena estrategia para conseguirlo es limitar el uso de las redes sociales al ordenador ubicado en un área común de la casa.

Finalmente, debemos educar respecto a los peligros que enfrentan enfatizando que tipo de información no conviene ser proporcionada, así como de las actividades que aun siendo ilegales, abundan en las redes sociales.

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