Con el precio de los servicios cada día en alza, no es de extrañar que más personas busquen formas nuevas para pagar menos, en especial con el gas, que se ha convertido en un lujo para muchas familias no solo en invierno por su precio tan excesivo.
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¿Es posible evitar por completo el consumo de gas?
El gas natural es un recurso necesario y no renovable que toda vivienda necesita tener para garantizar un estilo de vida digno.
En la última década hemos visto una crisis de los gases que afecta principalmente a los pequeños consumidores, puesto que cada vez que ocurren fallas en la extracción, suministro y comercialización del mismo termina impactando en nuestros bolsillos.
No hay una forma legal para evitar el consumo de gas en casa, manipular el medidor o realizar conexiones de tuberías que lo desconecten de nuestra red es un acto ilegal y peligroso.
Esto sin contar que las compañías proveedoras de gas hacen revisiones y pueden notar fácilmente cuando en una casa están manipulando el registrador. Las multas pueden superar los 6 mil euros y traernos consecuencias legales mucho peores.
Como ciudadanos responsables, debemos buscar soluciones ahorrativas que ayuden a reducir el consumo de gas natural y aquí tenemos las más eficaces.
Prueba reducir el consumo de gas con estos métodos sencillos
Cuando se habla de reducir costos en el gas, hasta la mínima acción cuesta en lo que respecta a bajar los números de nuestra factura. Es por esto que debemos tomar en consideración estos consejos y hacérselos saber a nuestro núcleo familiar.
Haz mantenimiento a tus equipos
El calefactor, las duchas y las estufas son equipos dependientes del gas, al tener problemas en sus componentes internos estos suelen gastar más combustible del necesario para su correcto funcionamiento.
No está demás realizar mantenimiento preventivo a estos equipos, en especial si tienen una vida útil ya prolongada.
No abuses del calefactor
Este es el aparato del hogar que más consume gas natural de todos, corresponde casi al total de la factura en los meses de invierno. Su uso y colocación logra incrementar mucho la cantidad de potencia que consume el equipo al momento de estar encendido.
Cerca del calefactor no debe haber objetos grandes que obstaculicen su emisión de calor. Tampoco debemos colocar objetos o ropa que queramos secar encima del radiador, ya que este realiza mayor esfuerzo si tiene estas condiciones.
Se recomienda en horas del día mantener una temperatura entre los 18 y 21 grados y durante la noche 17 y 15 grados.
Seamos constantes con el termostato del calefactor, puesto que cada grado que aumentemos puede aumentar hasta 10% el consumo de energía del equipo, dependiendo de su calificación de ahorro energético.
Instala el radiador cerca de una ventana, de este modo controlarás mejor la temperatura de la habitación y no olvides purgar el equipo antes de que llegue el invierno.
Verifica que no haya fugas en casa
Si hueles gas estando en casa y no hay ninguna estufa encendida, esta es una señal de alarma, quizás haya una fuga en tu conexión que está abultando tu factura doméstica.
Si tu vivienda es antigua o estás en un departamento viejo, no dudes en llamar a tu administrador o a la empresa prestadora de servicio para que hagan una revisión propia.
Las fugas de gas son peligrosas, dado que se trata de un combustible altamente volátil. Además de qué pueden llegar a aumentar el precio que normalmente pagamos por este servicio.
Invierte en un buen aislamiento en el hogar
El invierno es la fecha donde más gastamos gas en los hogares. Por esto es de suma importancia que tengamos un aislamiento eficiente, que no obligue al calefactor a forzar su desempeño.
Cuida las ventanas, puertas y orificios de casa, contrata a profesionales para colocar un aislamiento correcto. Aunque es una inversión significativa, a la larga rendirá sus frutos.
Si tienes orificios pequeños en tus ventanas o no tienes dinero para llamar a un profesional, la cinta aislante puede ser una buena solución provisional.
Elige bien a tu proveedor
Con el libre mercado, las opciones para seleccionar respecto a comercializadoras de gas son muchas. Antes de decidirte por una debes conocer ciertas variantes que harán mejor la elección.
La primera es el tamaño de tu vivienda, sus dimensiones, la cantidad de personas que habitan en ella, sus hábitos de consumo y calcular un estimado anual de cuánto gas crees que pueden consumir.
Si tienes dudas respecto a estos aspectos, no dudes en llamar a un profesional que resuelva tus incógnitas.
Actualmente hay comercializadoras que ofrecen descuentos, debes aprovecharlas. No contrates empresas que te obliguen a un periodo de permanencia y que no dispongan de un servicio de mantenimiento de gas asociado.
Disminuye el uso del agua caliente
Las duchas cortas son cada vez una mejor opción y una ducha fría no será un problema siempre y cuando tengamos calefacción en las otras habitaciones.
Asegúrate siempre de dejar el grifo en la posición de agua fría. Incluso cuando hayamos utilizado agua caliente para bañarnos, ya que cada vez que arranca el calentador comienza a consumir el tan preciado gas.
No utilices la tina siempre, disminuye esta clase de baños, puesto que consumen mucha más agua y calor para poder calentarla.
Utiliza la estufa de forma apropiada
La estufa y el horno son equipos que usamos de manera constante todo el año y todos los días, por esto debemos saber qué hacer para reducir su consumo.
Utiliza sartenes y ollas del tamaño adecuado a las elaboraciones, siempre coloca tapas para reducir el tiempo de cocción. Mantén las estufas limpias y de esta manera no gastarás más gas al encenderlas.
Abrir el horno mientras se encuentra en funcionamiento es una mala práctica, dado que este pierde hasta un 20% de su calor interno si lo hacemos.
Cada uno de estos trucos y recomendaciones suma a la hora de obtener una reducción y evitar el consumo excesivo de gas en casa, ponlas en funcionamiento y notarás la diferencia a fin de mes.